ACTIVIDAD DE REFLEXIÓN Y ANÁLISIS 19: Rasgos y competencias ideales del profesorado

 ¿Hay alguien a quien no le haya influenciado algún profesor/a para que le gustase más o menos una determinada carrera o disciplina académica?

Todos tenemos nuestros propios rasgos de personalidad sin duda, provenientes de nuestros ancestros en gran medida, aunque a veces son opuestos a los mismos precisamente porque hay una lógica elevada detrás de todos y cada uno de nosotros tal y como voy entendiendo y comprobando.

En ese sentido me parece que la antropología se une con la sociología y la psicología, en una fusión de conocimiento que es importante unir para entender la profundidad de lo que se enseña, en vez de mantener una superficialidad en los contenidos.

Para mí es perfectamente posible modelar nuestro carácter básico a través de la toma de consciencia de lo que percibimos a nuestro alrededor, de lo que los demás opinan sobre nosotros, de lo que nosotros opinamos de ellos, y para ir mejorando como seres humanos. De esta manera podemos alcanzar cotas de mejora como maestros y también como aprendices, porque lo uno va unido con lo otro cuando se analiza con detenimiento y el tiempo necesario.

Hay personas que por esa disposición de carácter son más simpáticos, otros más empáticos, también los hay exigentes, igualmente podemos observar que algunas personas son más flexibles, etc. Cada persona tenemos nuestras peculiaridades, y esos son nuestros puntos fuertes cuando lo podamos entender, y desde los cuales podemos acercarnos a los que consideramos son nuestros puntos más débiles, o incluso a algunos que podemos rechazar hasta que entendamos qué es lo que tienen de bueno.

No creo en un cuerpo de profesorado ideal, pero sí creo en docentes que quieran mejorar y así lo expresen, cada uno al ritmo que pueda y alentados para ello por un sistema educativo que se haga eco de la importancia de la mejora en cualquier persona a lo largo de su vida en este nivel de consciencia.

Sí me parece necesario establecer unos mínimos en las cualidades del profesorado, para poder impartir también enseñanza con ciertas garantías, y desde ahí entrar en un proceso de mejora continua sobre todo en las cuestiones fundamentales que he comentado, relativas a la importancia del trabajo con las emociones, los pensamientos, y el inconsciente.