ACTIVIDAD DE REFLEXIÓN Y ANÁLISIS 20: Cómo lidiar mejor con los conflictos, en el aula y fuera de ella. Algunas propuestas iniciales

Creo que, a estas alturas del máster de profesorado, imagino que mucho antes ya, nos podemos haber dado cuenta de que los conflictos en este mundo con algunas personas, cercanas o lejanas en distancia y tiempo, son inevitables con cierta frecuencia, unos más y otros menos, pero nadie en este nivel de consciencia está exento. Si alguna persona que lea este post no ha tenido ningún conflicto con nadie nunca, por favor le pido que me escriba y me hable de su experiencia al respecto para poder aprender, lógicamente, de la misma.

Partiendo de lo anterior, evidentemente en las aulas vamos a tener conflictos con los estudiantes seguro, por muy simpáticos, empáticos, asertivos, motivadores, etc., que seamos. También los podremos tener alguna vez con otros docentes, incluso en ámbitos universitarios si fuera el caso, y me parece crucial aceptar esto como base desde la que partir en la andadura del profesorado en general. Parece que es algo obvio y que no hay que darle mayor importancia, pero por mi parte considero completamente necesario integrar en nuestra mente esto como posible, y precisamente para estar mejor preparados cuando lleguen las situaciones conflictivas con los demás.

Hay algo bastante claro en general, y es que todos partimos de puntos fuertes y otros no tanto a priori, pero con entrenamiento nuestros puntos fuertes lo serán más, y los puntos que consideramos débiles cada vez lo serán menos, e incluso nos podremos llegar a dar cuenta de que eran fuertes, pero nosotros creíamos que no lo eran; depende de cada caso. Por tanto, para poder mejorar el tratamiento de los conflictos con las personas en general hace falta aceptar que pueden ocurrir de vez en cuando, y después buscar cómo prepararse mejor para los mismos, así también y en consecuencia con los conflictos en las aulas y todo lo que implica a su alrededor.

Me he dado cuenta, también en general, que para obtener el mayor rendimiento en la actividad que sea es fundamental estar concentrados en dicha actividad, y si no es así y nuestra mente está dando vueltas a otros asuntos que nos alteran poco o mucho, nuestro rendimiento fácilmente bajará o incluso se podrá desplomar. De hecho, creo que esta es la principal razón de cualquier accidente de la naturaleza que sea, desde el más leve al más fuerte, y lo puedo extrapolar a cualquier situación negativa que nos ocurra alrededor de esos momentos, si bien puedo entender que no se comparta esta opinión. Voy comprobando que, cuando estamos en calma estable nuestros resultados van a ser mucho mejores que si estamos alterados, muy agobiados, etc.

Así que, si como docentes no trabajamos nuestros conflictos internos para deshacerlos lo antes posible, lo que nos encontraremos en las aulas será un reflejo de dichos conflictos internos si lo podemos entender, y de nuevo puedo comprender perfectamente que no se comparta este punto de vista, al menos completamente, y se piense que hay otros muchos factores 'incontrolados' que hace falta tener en cuenta para resolver la ecuación. Yo también pensaba así hace algún tiempo, hasta que fui haciendo comprobaciones continuas de que tenemos el poder de cambiar las situaciones externas radicalmente a través de nuestros cambios internos

Trabajar nuestros conflictos internos mentales es algo que no es obvio todavía en la sociedad en que vivimos. No nos han enseñado a gestionarlos en términos generales, y sí a aguantarlos, escapar de ellos, defendernos, o una combinación de las respuestas anteriores. En los mejores casos podemos plantearnos llegar a acuerdos, aún 'perdiendo' parte de nuestras expectativas, y en los peores casos a aceptar nuestra 'derrota' y que nuestros adversarios nos han vencido, como si habláramos de una batalla.

Hay otra manera de comprender los conflictos con los demás y en todos los casos, pero precisa de un grado muy fuerte de sinceridad con uno mismo, también de haber experimentado que otras respuestas ya no son válidas para nosotros, e igualmente de una convicción muy fuerte de que sí es posible cambiar las situaciones que nos alteran trabajando con nuestra mente y comprobando los resultados a través de esas personas que más rechazamos. A veces es inmediato resolverlas, y otras veces cuesta más, dependiendo del apego que tengamos a nuestras costumbres y hábitos mentales, y no de nada externo.

Resulta que podemos entender los conflictos con los demás como un proceso de mejora continua de nosotros mismos, y que la única manera de poder darnos cuenta de que nos toca de nuevo un salto es a través de señales externas que nos lo muestren, porque si no fuera así ¿Cómo podríamos sentirnos obligados a cambiar en algún sentido? Sería imposible en este nivel de consciencia, y nos quedaríamos 'parados' o quietos en comprender o entender más allá, si bien, si eso ocurriera, sería la señal inequívoca de que hemos llegado a un nivel de comprensión tal que los conflictos han dejado de existir, y todo llegará, aunque queda bastante tiempo todavía.

Pero además de lo anterior, podemos darnos cuenta de que no somos seres separados de los demás, y estamos unidos a través de un campo de energía inteligente e invisible a los ojos humanos, pero muy real cuando vamos entendiendo cómo funciona. CUANDO UNO SE DA CUENTA DE QUE SUS PENSAMIENTOS INFLUYEN COMPLETAMENTE EN LO QUE UNO OBSERVA, ES CUANDO ESTE CAMPO SE HACE MUY REAL. Por lo tanto, y en última instancia, es nuestro sistema de pensamiento el que nos condiciona para tener más o menos conflictos con los demás, o para entender como oportunidades de mejora dichos conflictos y en nuestra propia mente. Este es el grado de sinceridad que mencionaba anteriormente, y que entiendo es difícil llegar a asumir, pero ciertamente llegan momentos, en ocasiones, de gran dificultad en la vida, en los que se hace necesario replantearse muy seriamente qué podemos hacer para que nuestra vida sea cada vez mejor y en adelante, y también para los demás, y es eso lo que nos hará 'parar' de vez en cuando y buscar alternativas poderosas.

Podría alargarme bastante más para explicar concretamente cómo es posible aprender otro sistema de pensamiento, poco a poco y cada uno a su ritmo, que nos haga estar cada vez mejor y verlo reflejado en las situaciones que nos encontramos, pero un post ya no da más de sí. Si alguien estuviera interesado en resolver alguna situación personal complicada, y está abierta a comprenderlo de otra manera y deshacerlo lo antes posible, puede contar conmigo para hablarlo e ir entendiendo hasta donde quiera y pueda, si bien con lo que he citado en este post se puede ir haciendo una primera idea.